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Heidelberg
Heidelberg
Heidelberg es una ciudad con 150 mil habitantes situada en el valle del río Neckar en el noroeste de Baden-Wurtemberg. Es famosa por su centro histórico con el palacio de Heidelberg y por tener la universidad más antigua del país (y una de las más prestigiosas de Europa), por lo que es un importante centro cultural y destino turístico. Se encuentra a menos de 100 kilómetros de Frankfurt y es el lugar más bonito al que podrás llegar desde aquí en una hora. Realmente imperdible.
Rüdesheim am Rhein
Rüdesheim am Rhein
A orillas del Rin y pegada a la frontera con el estado de Renania-Palatinado, Rüdesheim es conocida por sus viñedos y por el “Niederwalddenkmal”, un monumento de 38 metros de altura construido entre 1871 y 1883 para conmemorar la fundación del imperio alemán tras la Guerra Franco-Prusiana. También es muy visitada la “Drosselgasse”, una calle situada en el corazón de su casco antiguo llena de restaurantes bellamente decorados y numerosas tabernas. Otra de sus atracciones es la torre Binger Mäuseturm, una antigua defensa construida en el siglo XIV que funcionaba como aduana. Fue restaurada en 1856 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 2002. Rüdesheim es el punto de partida perfecto para iniciar un inolvidable paseo en barco por el Rin.
Wiesbaden
Wiesbaden
Conocida como balneario mundial y "ciudad de aguas termales" ya en el siglo XIX, la capital del estado de Hesse ofrece magníficos edificios históricos, un gran parque balneario, amplias zonas verdes, muchos museos y por lo menos 26 termas. Un primer recorrido da testimonio de su rica historia: puede pasear hasta la plaza del palacio con el antiguo y nuevo ayuntamiento, la hermosa iglesia del mercado y el antiguo palacio de los duques de Nassau, hoy sede de la Parlamento del estado de Hesse.
Friedrichsbad Baden-Baden
Friedrichsbad Baden-Baden
Alrededor del año 1000 AC vivieron aquí tribus celtas, cuyo recuerdo aún pervive en los nombres de algunos bosques, ríos y aldeas de la Selva Negra. En la época del Imperio Romano se construyeron baños y termas, cuyas ruinas se pueden visitar actualmente. El nombre de la ciudad, Baden, significa “baño”, lo que demuestra la indiscutible relación de su historia con las aguas termales. En esa época los margraves de la ciudad construyeron sus castillos, que aún están en pie. En 1870 se construyeron los baños antiguos (Friedrichsbad), cuyas propiedades curativas se conocían en toda Europa. En el siglo XIX era el balneario preferido de los ricos y famosos de la época, que acudían en verano para disfrutar de las termas. La ciudad atravesó casi intacta ambas guerras mundiales, por lo que la mayoría de los edificios y lugares que vemos son los originales.
Castillos dentro de Hesse a los que puedes llegar con el Hessenticket
Ya sea en la Edad Media o en la actualidad, el castillo de Berlepsch no deja de sorprender a la gente. No es de extrañar, el paisaje es realmente único aquí: Construido entre 1461 y 1478 sobre los cimientos de un castillo anterior del siglo XIV; la fortaleza medieval se eleva sobre una colina cerca de Witzenhausen y está rodeado de densos bosques, ¡directamente sacados del libro de cuentos de hadas de los hermanos Grimm! Pintores y poetas famosos se han inspirado en el entorno romántico, incluido Goethe, que fue huésped del castillo en 1801.
Es un de los destinos turísticos más populares de Hessen. Del siglo XIII, el castillo se eleva por encima de la ciudad homónima, conserva gran parte de la esencia de esa época, de la que destacan los edificios góticos y renacentistas. Cambió de manos varias veces a lo largo de su larga historia. Familias nobles muy diferentes de varias denominaciones se alojaron aquí. Esta mezcla colorida de residentes todavía se puede ver hoy en la mezcla igualmente colorida de muebles y estilos arquitectónicos.
Löwenburg und Schloss Wilhelmshöhe
El majestuoso complejo de edificios construido alrededor a finales del siglo XVIII recuerda al castillo de un caballero medieval, aunque en realidad sea mucho más joven. En el interior puede admirar las salas de estar principescas y la gran colección de armas, pinturas, muebles y otros objetos históricos que dan testimonio de la pasión por el coleccionismo del Landgrave. No muy lejos, el Palacio Wilhelmshöhe, construido entre 1786 y 1798 al estilo del clasicismo, es conocido internacionalmente por su museo, que ofrece una colección de objetos antiguos y una galería de imágenes con obras de Rembrandt, Rubens y Durero.
En la parte superior de unA a sierra de basalto, el castillo Braunfels ha sido propiedad de los condes de Solms durante casi 800 años. Fue mencionado por primera vez en un documento el 3 de enero de 1246. La mayor parte del castillo ahora sirve como museo. Muestra muebles y las colecciones histórico-artísticas de los Príncipes de Solms, inventario del antiguo monasterio de Altenberg, así como colecciones de armas y arte, monedas, medallas, ropa y una colección de cristal de Bohemia.
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